lunes, 11 de octubre de 2010

"LA CEGUERA ESPIRITUAL"

JUAN 9

MEDITACIÓN: LA CEGUERA ESPIRITUAL
El sexto milagro: sanidad de un ciego de nacimiento

“Jesús les respondió: Si fuerais ciegos, no tendríais pecado; mas ahora, porque decís: Vemos, vuestro pecado permanece” Juan 9:41

Uno de los propósitos principales de esta señal fue mostrar el problema de la ceguera espiritual, en especial de los líderes político-religiosos de la época, con los que Jesús había tenido ya varios enfrentamientos.

En uno de esos debates se tocó el tema acerca de la esclavitud del pecado, Jesús les insta a que se liberen de los propios, reconociendo primeramente que son pecadores y apliquen las enseñanzas de Jesús; pero allí ‘es donde la puerca torció el rabo’, no querían reconocer que sus vidas estaban mal, no aceptaban que necesitaban cambiar, ellos creían que llevaban una vida recta, y respondieron a Jesús: “Nosotros no somos nacidos de fornicación, un padre tenemos, que es Dios” (Juan 8:41b)

Seguramente pensaban que al ser los líderes religiosos del pueblo escogido por Dios, que cumpliendo todos los ritos de su religión y haciendo obras de caridad se habían ganado el favor de Dios; en esa ocasión Jesús los reprende duramente diciéndoles “Si vuestro padre fuese Dios, ciertamente me amaríais… Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer” (Juan 8: 42b y 44)

Como consecuencia de este 6º milagro relatado en el capítulo 9 de Juan el cual se llevó a cabo un día de reposo, los principales sacerdotes, fariseos y saduceos se escandalizan y condenaron a los actores de esta ‘atrocidad’, ya que según su parecer, interpretaban el mandamiento de no trabajar en este día dedicado a Dios como una prohibición de hacer alguna actividad, aunque fuera en bien de otra persona. Jesús les hace entender que son ciegos y que serán responsables de esa obstinación por no ver.

Enseñanzas:
1. Ser religioso puede ser peligroso, es posible engañar a la conciencia, y creerse servidor de Dios cuando en realidad se obedece al maligno. Este es un engaño muy sutil y bastante exitoso de Satanás.
2. Pidamos y dejemos que Jesús sane nuestros ojos espirituales, quizá no lleguemos al grado de ceguera, pero probablemente tengamos miopía o astigmatismo espiritual.
3. Oremos:“Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos; y ve si hay en mí camino de perversidad, y guíame en el camino eterno” Salmos 139:23 y 24
ATENTAMENTE
"TRANSFORMADOS PARA SERVIR"

JOSÍAS I. GONZALEZ.

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