lunes, 4 de octubre de 2010

MEDITACIÓN: EL CELO DE TU CASA ME CONSUME

JUAN 2

MEDITACIÓN: EL CELO DE TU CASA ME CONSUME

"Entonces se acordaron sus discípulos que está escrito: El celo de tu casa me consume" Juan 2:17

El suceso de la purificación del templo de Jerusalén ocurrió cerca de la celebración de la Pascua judía, aquí vemos a Jesús indignado por la corrupción religiosa que se gestaba dentro del templo; por ejemplo, si alguien llegaba con su cordero para el sacrificio, los sacerdotes no tardaban en encontrar algún defecto en el animal para rechazarlo, esto obligaba al adorador a comprar un sustituto a los comerciantes instalados allí; además, solo se aceptaba un tipo de cambio autorizado, por lo que al convertir el dinero, los cambistas obtenían buenas ganancias, como ven, era negocio redondo.

Al limpiar el templo el Señor cumplió la profecía escrita en Malaquías 3:1-3, puesto que la Santidad en la adoración había sido corrompida. Después de esta acción y en defensa a algunos intereses, Jesús fue cuestionado sobre el derecho y autoridad de haber echado de allí los ‘mafiosos’ coludidos con los sacerdotes. Y claro que Jesús tenía la autoridad; el escritor de este relato enfatiza tres atributos que confirmación de Su deidad y por lo tanto el derecho a reclamar por la casa de Su Padre; en primer lugar, manifiesta su celo como hijo de Dios por la reverencia, en segundo lugar, afirma Su poder sobre la muerte ("Destruid este templo, y en tres días lo levantaré"); y en tercer lugar, el conocimiento absoluto de todo lo que hay en lo mas profundo de nuestros corazones, puesto que "conocía a todos, y no tenía necesidad de que nadie le diese testimonio del hombre, pues Él sabía lo que había en el hombre”.

La reverencia y la santidad en la adoración son elementos vitales, no podemos adorar a Dios sin estos elementos, recordemos que sin santidad nadie verá al Señor, la reflexión personal al respecto es ¿Cuando acudo a adorar Dios lo hago con reverencia y respeto? ¿Si Jesús llegara de improviso a uno de nuestros servicios se uniría a ti para adorar o tendría que echarte por irrespetuoso?

Respecto a tu cuerpo como templo del Espíritu Santo, ¿Que cosas desea sacar Jesus de tu vida a latigazos? El está dispuesto, pues, dice la escritura que el celo de la casa de Dios lo consume. Jesús quiere limpiar nuestras vidas para que podamos ofrecer una verdadera adoración.



ATENTAMENTE
"TRANSFORMADOS PARA SERVIR"

JOSÍAS I. GONZALEZ.

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