"COMPROMETIDOS CON LA CAUSA"

JUAN 12

“Entonces María tomó una libra de perfume de nardo puro, de mucho precio, y ungió los pies de Jesús, y los enjugó con sus cabellos; y la casa se llenó del olor del perfume.” Juan 12:3
¿Que tenía de especial Lázaro para ser objeto de uno de los milagros mas asombrosos? ¿Qué tenia su familia para recibir un trato especial de Jesús?
Entre Jesús y Lázaro, Marta y María existía una confianza de amigos, de tal modo que ellas pudieron incluso reclamar: “Si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto”.
Al analizar los pasajes de los evangelios es imposible dejar de notar el compromiso incuestionable de esta familia con Jesús y su causa. El ambiente no era favorable para ellos, ya que después de la señal de la resurrección de Lázaro los principales Sacerdotes y Fariseos arreciaron su línea dura al ver que poco a poco los seguidores de Jesús aumentaban, por lo que hicieron nuevos planes para matarlo, no solo a Él sino también a Lázaro.
En el pasaje se narra que aun en medio de este ambiente hostil y sumamente peligroso y a pesar de las críticas, Lázaro estaba presente en la reunión con Jesús, arriesgándose a ser expulsado de la religión tradicional o ser muerto nuevamente.
Podemos ver en esta escena a Martha siempre servicial, seguramente tenía un sazón riquísimo que el Señor Jesús disfrutó tantas veces en casa, en este momento aunque no era la anfitriona, no perdía oportunidad de servir con los alimentos al Señor.
Por otro lado, María, la hermana de Lázaro tenía un tesoro, que seguramente apreciaba demasiado, era un perfume de nardo puro en un frasco de alabastro, el cual no costaba menos de 1000 dólares actuales. En la reunión esta mujer realiza uno de los actos de adoración más sublimes de la historia, ofrece lo más preciado que ella podía ofrendar: derrama este perfume en la cabeza y en los pies de Jesús inundando toda la casa de ese fino aroma que representaba todo su amor al Señor. En esta acción ella fue criticada por los enemigos de Jesús y aun por los mismos discípulos, pero Jesús aprecia y reconoce encarecidamente este gran acto de adoración.
Para reflexionar:
¿Cuál es tu tesoro? ¿Qué cosa es lo que mas valoras? ¿Amas realmente a Dios? ¿Estaría dispuesto a entregar eso que más valoras para Su causa? Porque cuando escatimamos aun las migajas de nuestro tiempo o dinero para la causa que enarbolamos, no estamos realmente comprometidos con dicha causa.
¿El temor o el ‘que dirán’ impiden acercarte o servir a Dios? Recuerda que Jesús ofrece amistad a toda prueba, pero Él espera reciprocidad.

ATENTAMENTE
"TRANSFORMADOS PARA SERVIR"

JOSÍAS I. GONZALEZ.